miércoles, 29 de julio de 2015

 
                      Morir jugando: a 25 años del cierre del Italpark


                                             
   Era el último día de las vacaciones de invierno de 1990. Con el firme objetivo de mitigar la pena que le significaba el retorno a la escuela, el grupo de amigos de Villa Domínico se reunió desde temprano aquel domingo. Primeramente, los jóvenes asistieron a la misa de las 11, hábito adquirido en la Instituto San Vicente de Paul de Avellaneda, en el que cursaban el tercer año de la enseñanza secundaria. Consumado el religioso ritual, los adolescentes decidieron coronar el fin de semana a puro entretenimiento en el Italpark, parque
de diversiones de ensueño al que algunos de ellos jamás había concurrido.
   Tal era el caso de Roxana Alaimo, de 15 años, que pese a no ser una entusiasta de las atracciones mecánicas, terminó por contagiarse del manifiesto deseo de sus amigos de llegar a destino. La chica, hija únicahabía perdido prematuramente a su papá, principal razón de la estrecha relación que la vinculaba desde siempre a su mamáLidia Gerónima Rolando. Fue a ella a quien Javier Mujica Ríos, uno de los varones que integraba el grupo, le aseguró que velaría por el cuidado de Roxana.
  Aunque sin mala intención, Javier no había sido completamente sincero con la mujer. Lo inquietaba que un amigo suyo hubiera soñado que Roxana moriría en el Italpark. De todos modos, la joven había recibido en la misa matutina la bendición del sacerdote, por lo que desde la óptica del feligrés la integridad de la muchacha estaba garantizada.
  Para llegar a Recoleta, coqueto barrio porteño en el que se ubicaba el Italpark, la juvenil comitiva abordó, en ese orden, las líneas de colectivo 33 -hasta Parque Lezama- y 17, que orillaba la intersección de las avenidas Callao y del Libertadordirección exacta del predio, al que durante el mediodía se accedía sin cargo ni límite en la cantidad de veces que los concurrentes desearan subir a un juego. ¿Qué mas podían pedir Roxana y sus compañeros de aventuras?
  No obstante, a medida que despuntaba la tarde dominical del 29 de julio de 1990, la dinámica del parque de diversiones se insinuó afectada por una sucesión de desperfectos técnicos en las máquinas. Por ejemplo, en el Samba, uno de los más populares entretenimientos del Italpark, que semejaba una rueda que giraba y se sacudía a vivo ritmo, los usuarios debieron apelar a los más avezados métodos de malabarismo para descender del juego, que se había atascado a una altura considerable respecto al llano.


                                           


 Ignorantes de lo ocurrido, fue aquel uno de los primeros juegos al que subieron los jóvenes provenientes de Villa Domínico, en el que, al igual que en el Tren Fantasma, al que habían abordado anteriormente, no notaron desacople alguno.
 Acto seguido, los varones del grupo se iniciaron en el Matter-Horn, uno de los juegos más vertiginosos previa graduación en el Súper Ocho Volante y la Montaña Rusa, que solo gozaban del favor delos más valientes asistentes al parque. La experiencia colmó parcialmente su apetencia de adrenalina, por lo que apenas se reencontraron con las chicas, ocupadas en localizar un sitio adecuado para el almuerzo, les transmitieron su deseo de subir nuevamente, aunque acompañados.
  En ese sentido, Roxana se constituyó, originalmente, en la más férrea opositora a la propuesta. No le atraía en absoluto la idea de subir a un minúsculo carrito centrífugo que giraba sobre un eje, de oscilación pendular, cuya velocidad en el tramo más intenso del juego podía trepar hasta los 200 km/h. Ese era, esencialmente, el funcionamiento primordial del Matter-Horn.
  Con todo, el grueso de sus amigos, entre quienes se incluía el bando femenino, lograron finalmente convencerla. Aun con latente temor, Roxana se encaminó hacia el juego del conflicto, no sin antes advertirles a sus compañeros que ellos serían los responsables si se comprometiera su salud.
  Como la capacidad de los carritos había sido pensada para albergar simultáneamente a dos personas, Roxana le pidió a último momento cambiar su lugar a Javier Mujica Ríos, quien en principio se había sentado junto a Karina Benítez (15), una de sus mejores amigas.
  Mientras Javier procedía a ubicarse junto a un usuario de ocasión, quienes acababan de descender del juego no paraban de quejarse del inusual chirrido, de origen decididamente mecánico, que crecía en intensidad a medida que la máquina alcanzaba su máxima velocidad. Demasiado tarde para que los chicos de Villa Domínico se replanteasen permanecer o no en el entretenimiento, pues este ya había comenzado a efectuar los movimientos preliminares.
  Al cabo de la quinta vuelta, un ensordecedor ruido estremeció a los presentes, principalmente a aquellos quienes aguardan  por subir al Matter-Horn, pues los que ya habían subido al juego no habían sido capaces de descifrar en primera instancia el porqué del desesperado ruego de los testigos (in)voluntarios de que alguien detuviera la marcha del entretenimiento mecánico.
 Finalizado su turno, los ocupantes del juego se toparon con la inesperada, pero más aún trágica realidad: uno de los carritos del Matter-Horn se había desprendido del brazo que lo enlazaba al eje en que giraba y golpeó con fuerza inusitada contra un soporte de contención contiguo.
 La desesperación cundió especialmente en el grupo de amigos de Villa Domínico al percatarse de la ausencia de dos de sus componentes femeninos. Al apersonarse ante el carro, que yacía boca abajo, encontraron a sus dos amigas. Tras unos segundos de conmoción, Karina Benítez, con el rostro totalmente cubierto de sangre, logró salir del habitáculo por sí misma; no así Roxana Alaimo, quien permanecía inmóvil tumbada en el suelo.
 Más tarde que temprano, los médicos del predio se presentaron en la escena del accidente para realizarles las curaciones básicas a las dos damnificadas. Como la práctica de los primeros auxilios resultó insuficiente, las jóvenes fueron trasladadas al Hospital Alemán, en el que se confirmó que Roxana ya había ingresado muerta allí. Un certero traumatismo de cráneo había ocasionado su deceso prácticamente de manera instantánea, mientras que su amiga Karina permanecería internada en el nosocomio por unos días, habida cuenta de las lesiones de relativa consideración que sufriera.


                                         
 
  Los restos de Roxana Alaimo fueron velados en Culpina 441, Villa Domínico, donde residía junto a su madre. Tras la misa que se ofrendase en su memoria en la parroquia San Vicente de Paul, a la que la joven concurría con asiduidad, su cuerpo recibió cristiana sepultura el 31 de julio en el Cementerio de Avellaneda.
 Producto del fatal acontecimiento, el Italpark, que aquel 29 de julio no cesó en sus funciones pese a que era de público conocimiento la muerte de Roxana, fue clausurado preventivamente por dos meses. El predio reabriría fugazmente el 28 y 29 de setiembre, tras lo que, por orden del entonces intendente porteño, Carlos Grosso, cerraría sus puertas para siempre.
 Tras largos años de conjeturas acerca del uso que se le destinaría al sitio que otrora ocupara el emblemático parque de diversiones, el Concejo Deliberante celebró una audiencia pública en la que se resolvió montar el actual Parque Carlos Thays (1998).


                                         El italpark al estrado: culpable

  "El accidente solo puede ser atribuido a la fatalidad, fue un imprevisto y penoso acontecimiento, único en la historia del parque", afirmó pocos días después de la muerte de Roxana Alaimo el vocero del Italpark, Salustiano José Vázquez, a la vez la única autoridad del parque de diversiones en exponerse públicamente.
   Sin embargo, la temeraria aseveración de Vázquez no se consustanciaba con la decadente realidad del predio; sobre todo si se repara en la seguidilla de infortunios que debieron afrontar varios de los usuarios que allí habían asistido los años inmediatamente anteriores.
  En Febrero de 1988, Silvia Alicia Mason recibió una indemnización por 400.100 australes luego de sufrir un accidente en el juego Súper Monza, al quedar su vehículo sin corriente eléctrica, tras lo que fuera embestida por otro coche. Como consecuencia del hecho, la mujer fue afectada permamentemente por la condición conocida como cuadriparesia
  Asimismo, en agosto de 1989, un cortocircuito en el tablero de comando del entretenimiento denominado Los Autitos Chocadores provocó un incendio que destruyó parcialmente las instalaciones del Italpark, en el que milagrosamente no se produjeron víctimas fatales; sí, escenas de pánico entre los concurrentes,
que huyeron como podían del recinto, para suscitar
  Dos meses más tarde, otro siniestro amenazó con consumir el juego conocido como El Laberinto del Terror, que providencialmente no reportó mayores consecuencias, aun pese a que en su interior abundaban elementos inflamables, tales como el papel maché, materia prima de los caricaturizados monstruos, el plástico de los esqueletos o la lona de vinilo que cubría la parte metálica del entretenimiento.
  Así, las irregularidades en las que había incurrido durante años el Italpark fueron descubriéndose una tras otra. Entre ellas, la que generara la muerte de Roxana Alaimo: desde su inauguración, el 6 de mayo de 1983, que el Matter-Horn no recibía relevamientos técnicos tendientes a corroborar el estado de sus estructuras metálicas, lo que evidenció la impericia de la labor de los inspectores de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires que decían visitar el predio cada tres semanas.
  La causa, primariamente caratulada como "homicidio y lesiones" devino en "condena solidaria", a instancias del juez en lo Civil Miguel Prada de Errecart, quien en 1997 exhortó  a la empresa Zanón hermanos Italpark y a la Municipalidad de Buenos Aires a pagarles $ 520.000 a los familiares de Roxana Alaimo.
   
                   
                                           Apostillas y curiosidades


                       

-Fundado por la familia italiana Zanón, el Italpark funcionó exactamente durante 30 años (1960-1990).
-Su inauguración se produjo en sintonía con celebración del sesquicentenario de la Revolución de Mayo
-El predio se montó en el mismo terreno donde se había erigido el Primer Parque Japonés
-Con 4500 metros cuadrados y 35 juegos mecánicos importados de Italia, se erigió como el parque de diversiones más grande de Sudamérica.
-En los domingos, la jornada más concurrida, podía congregar una multitud de 18.000 personas.
-El inusitado éxito de la casa matriz, motivó la apertura a comienzos de la década de 1970 de la filial marplatense del Italpark, que curiosamente cerraría el mismo año que su similar porteña.
-Fue tal la notoriedad del Italpark, que en su seno se filmaron taquilleras películas como Custodio de Señoras (1979) y La Galería del Terror (1987) ,protagonizadas por los geniales Jorge Porcel y Alberto Olmedo; así como Los Superagentes y el tesoro maldito (1977), de los desopilantes Tiburón, Delfín y Mojarrita; y Los Parchís contra el inventor invisible (1981).
-Soda Stéreo, Miguel Mateos y Celeste Carballo, entre otros, brindaron recitales en el Italpark. Asimismo,
 la inmortal voz de Miguel Abuelo alude al mítico parque de divesiones en la canción Hermana Teresa, del grupo los Abuelos de la Nada, al igual que los punks de 2' cantan vivamente "Esto no es el Italpark". Adams es otro de los grupos que rinde tributo al mítico sitio, con un tema al que simplemente titularon Italpark.
-El programa de televisión Graduados, que se emitiera por TELEFE durante 2012, fue uno de las últimas reflotaciones mediáticas del otrora parque de diversiones.








                                 


 


5 comentarios:

  1. No es tan así lo que contas estuve la vuelta anterior a la tragedia , 1) el empleado sabia que el carro amarillo estaba roto así qué supongo que se olvido la ultima vuelta 2) las chicas no quedaron bajo el carro fueron expulsadas al impactar contra la columna la fallecida quedó tirada en la escalera la otra contra el asfalto con su tobillo roto y ensangrentada 3) no había médicos había un policía sacando curiosos y luego llega otro y una camioneta la chica fallecida la suben y se la lleva

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    1. Guau que testimonio, y anécdota tan importante tenes fe ese momento vivido. Gracias x compartirla

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    2. Estuviste ahí que feo momento que pásaste y pobres chicas

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  2. Yo lo recuerdo apenas inaugurado y para los chicos de la época era como estar en Disney, era un paseo soñado, mas aún para nosotros, los del gran Buenos Aires de zona sur...

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  3. A mediados de los 70, una vez quedó parado arriba un carro de la montaña rusa y era alto..... estuvieron casi dos horas hasta que vinieron los bomberos a poner la escalera y bajarlos.

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