Es la víspera del trascendental debut de Los Pumas en la Copa del Mundo de Inglaterra 2015. ¿El rival? Nueva Zelanda, la máxima potencia rugbística, al que lo vincula un historial de enfrentamientos con saldo netamente adverso, aunque a la vez dotado de récords, curiosidades e incluso un único resultado "favorable", con tintes de hazaña.
En lo que respecta a certámenes mundialistas, Argentina y los All Blacks confrontaron en dos oportunidades, coincidentemente con los dos títulos logrados como anfitrión por el conjunto de Oceanía. En el primer cotejo, correspondiente a la tercera y última jornada del Grupo C del Campeonato de 1987 (1), los neocelandeses vapulearon a Los Pumas por 46-15, tras lo que el equipo capitaneado por Hugo Porta resultó eliminado puesto que necesitaba apoyar tres tries -y no uno, como acabó sucediendo- en el ingoal del temible adversario para acceder a la segunda ronda.
El restante se produjo en virtud de la celebración de la RWC 2011, que antecedió a la que Inglaterra inauguró ayer con un triunfo sobre Fiji (35-11). Luego de una encomiable producción en la etapa inicial, en la que inclusive había logrado ponerse en ventaja en el score, el combinado nacional sucumbió a la irrefrenable arremetida del local y se despidió del torneo en cuartos de final al caer por 33-10 en el Eden Park de Auckland (2), escenario de la postrera consagración de Nueva Zelanda al superar ajustadamente a Francia (8-7) en la instancia cúlmine, tal como ocurriera en 1987, aunque entonces el triunfo fue por 29-9.
Por otra parte, desde que se incorporaran en 2012 al Rugby Championship (3), Los Pumas se convirtieron en asiduos oponentes de los All Blacks. No obstante, lejos de constituirse en un escollo, el representativo albiceleste resultó vencido en los siete encuentros que disputaron hasta el momento. En su edición debut, de hecho, el equipo argentino padeció la mayor derrota de su historia como local, al ser arrollado por 54-15 por los Hombres de Negro en el Estadio Unico Ciudad de La Plata, con lo que consecuentemente la visita acabó por conquistar el trofeo.
A su vez, el historial de test-matches, en un principio la base de los enfrentamientos entre Los Pumas y los All Blacks, depara resultados récords para el combinado nacional, especialmente por el componente catastrófico de las derrotas sufridas. Es que durante la gira que realizara por el país de Oceanía, en 1997, la Selección Nacional de rugby afrontó el más duro traspié de su existencia: los neocelandeses los aplastaron por ¡93 a 8! en el primer desafío, así como 62-10 en la revancha, si cabe el término.
No obstante, fue en esa misma condición que Los Pumas consiguieron su único aliciente -que no triunfo- ante el mejor equipo del Mundo, empresa de la que próximamente se cumplirá su trigésimo aniversario.
Empate digno
El cotizado botín derecho del apertura argentino ya ostentaba considerables jornadas de gloria. Por caso, la del empate como local por 18-18 ante Francia, en 1977, año en el que luciera por primera vez el brazalete de capitán de Los Pumas, en la que que aportó la totalidad de los puntos de su equipo. A ella se agrega la gesta rubricada en el controvertido tour de Sudamérica XV por Sudáfrica (4), entonces jaqueada por los efectos del Apartheid, al día siguiente del desembarco de las tropas argentinas en las Islas Malvinas. Tras sobreponerse a una inapelable derrota (50-18) en el estadio Versfeld de Pretoria, la estrella de Banco Nación comandó la épica victoria por 21-12 en el desquite, jugado en el Free State de Bloemfontein, al anotar todos los tantos de la visita.
Con todo, la valía de Los Pumas versión 1985 no se circunscribía exclusivamente a los milimétricos cuan certeros shots de Hugo Porta. Al entonces considerado mejor apertura del mundo lo flanqueaba uno de los packs de forwards más respetados, del que sobresalían figuras como Eliseo Branca, Tomás Petersen, Diego Cash y Ernesto Ure; a la vez que una alineación de talentosos tres cuartos, como los hermanos Juan y Pedro Lanza, Diego Cuesta Silva y Fabián Turnes, bajo la sobria dirección técnica de la dupla Angel Guastella-Héctor Silva.
No extrañó, por tanto, el abarrotamiento del que fue presa el estadio de Ferro Carril Oeste aquel 2 de noviembre. Los 30.000 concurrentes confiaban en que el combinado argentino se rectificaría de la derrota sufrida por 33-20 ante los All Blacks en el primer test-match.
En contraste con el deseo de la efusiva multitud, la supremacía exhibida por los neocelandeses durante el comienzo del encuentro. De ahí la conquista del primer try de la tarde, a instancias del empuje de los delanteros rivales que culminó por vulnerar el ingoal albiceleste a los 11', a su vez convertido por Kieran Crowley.
Enseguida nomás, sobrevino la reacción argentina, a instancias de los penales sumados por Porta a los 13' y 24', respectivamente, para establecer un tanteador parcial de 6-7.
Sin embargo, 3' después se filtró David Loveridge, quien cedió a Murray Mexted y este a la línea neocelandesa para la entrada franca de John Kirwan, quien tras eludir un tackle de Cuesta Silva, apoyó el segundo try para el conjunto visitante. Por la misma vía sumaron Craig Green (a los 29') y nuevamente Kirwan, sobre el tiempo reglamentario, con lo que penal de Porta mediante a los 33', Los Pumas se marcharon al intervalo con un piadoso 9-18 en contra, exigua diferencia que no se consustancia tanto con el predominio de los All Blacks como con la mala puntería del fullback Crowley.
La arenga del capitán argentino, previa al relevante choque, recién surtió efecto en el complemento. A partir de allí, los gordos prevalecieron en las formaciones fijas y móviles, a la par que la presión ejercida por los backs se tornó un suplicio para los jugadores neocelandeses, lo que favoreció la seguridad de la patada de Porta, autor de tres soberbios drops, a los 41', 59' y 61', con los que estableció la igualdad transitoria.
Del dudoso fallo del árbitro australiano Kerry Fitzgerald, quien penalizó un supuesto tackle alto del propio apertura de Los Pumas, derivó a los 67' el 21-18 parcial para los All Blacks, a instancias del corregido shot de Crowley.
Protagonista hasta de las escaramuzas acaecidas en el fragor de la disputa, Porta fue beneficiado con idéntico fallo a los 76', producto del trompis que le encajara Brian Shaw en pleno rostro.
A diferencia del pateador adversario, el apertura albiceleste debía apañárselas para otorgarle la paridad a su equipo, pues la falta se había producido en mitad de cancha. Precisión, dirección y potencia; tales las claves del acierto de Porta para decretar el 21-21 transitorio, cuando faltaban 4' para el epílogo del partido.
Sobre el cierre, no obstante, peligró seriamente la consolidación del histórico resultado, habida cuenta del penal dilapidado -una vez más- por Crowley y el abortado intento de Green por zambullirse en el ingoal local.
No conforme con las emociones experimentadas durante el encendido desafío, en la última jugada, un pujante scrum a favor de Los Pumas en las cinco yardas neocelandesas amenazó con traducirse en try. De repente, la formación se estancó a pasos del ingoal visitante. Cuando los forwards adversarios se aprestaban a ceder irremediablemente ante la embestida albiceleste, el octavo argentino, Ernesto Ure, en aras de apoyar la guinda, cometió un insólito knock on, que selló el final del partido. El mejor resultado logrado por Los Pumas frente a los All Blacks, el mejor de todos, en los 25 cotejos que conforman el historial (5). Efectivamente, un empate digno contra la Selección que solo dos años más tarde ganaría el primer campeonato mundial. Nada más. Nada menos.
Síntesis del histórico
Argentina: Morel, Cubelli y Cash; Branca y Milano; Allen (ST: Carosio), Petersen y Ure; Holmgren y Porta (C); P.Lanza, Turnes, Cuesta Silva y J.Lanza; Miguens (PT: Madero). DT: H. Silva y A. Guastella.
Nueva Zelanda: Mc Grattan, Reid y Mc Dowell; Haden y Whetton; Shaw, Hobbs y Mexted; Loveridge y Smith; Green, Taylor, Simpson y Kirwan; Crowley. DT: B.Lochore.
Condición: segundo test-match, jugado el 2 de noviembre de 1985.
Estadio: Ferro Carril Oeste
Público: 30.000.
Referee: Kerry Fitzgerald.
Tantos: 11' try de scrum convertido por Crowley (NZ); 13' y 24', penales de Porta (A); 27', try de Kirwan (NZ); 29', try de Green (NZ); 33', penal de Porta (A); 40', try de Kirwan (NZ); 41', 59' Y 61', drops de Porta (A); 67', penal de Crowley (NZ); 76', penal de Porta (A).
Incidencias: no hubo.
(1)El de 1987 fue el primer mundial de rugby. Luego de un inesperado traspié ante Fiji (8-29) y un leve resarcimiento al vencer a Italia (25-16), Los Pumas -favorecidos por el triunfo azzurro sobre los fijianos- debían anotar tres tries para clasificar a la siguiente fase, lo que finalmente no se logró. Fue la primera y última Copa del Mundo en la que intervino Hugo Porta.
(2)Fue la despedida mundialista de Felipe Contepomi, un verdadero recordman, pues es el rugbier argentino que más partidos disputó con la casaca de Los Pumas (87 caps), así como el top scorer histórico (con sus 612 tantos relegó al segundo lugar los 590 conquistados por Porta) y el único que intervino en cuatro RWC (Gales 1999, Australia 2003, Francia 2007 y Nueva Zelanda 2011).
(3) Previo al ingreso de Los Pumas, el torneo que se jugó entre 1996 y 2011 inclusive, se conocía con el nombre de Tri Nations, en el que se enfrentaban las tres máximas potencias del Hemisferio Sur y del Mundo. Por supuesto, Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica.
(4) De la política de segregación racial denominada Apartheid, derivó el impedimento de competir internacionalmente ante Sudáfrica. De ahí la concepción de Sudamérica XV, cuyo plantel estaba conformado por abrumadora mayoría de jugadores argentinos, a excepción de algunos elementos uruguayos, paraguayos y chilenos. De hecho, la alineación que batió a los Springboks aquel 3 de abril se componía exclusivamente de rugbiers de Los Pumas, entre los que, además de Porta, Serafín Dengra, Rafael Madero , Alfredo Soares Gache y Marcelo Loffreda, destacaba el tristemente célebre Alejandro Puccio, entonces efectivo y escurridizo wing de CASI.
(5) El enfrentamiento que inauguró el historial entre Los Pumas y los All Blacks se produjo el 30 de octubre de 1976, en cancha de Ferro. Loa neocelandeses se impusieron por 21-9 en el primer test-match y 26-6 en el desquite, en el mismo escenario de Caballito. El último antecedente se corresponde con la edición del Rugby Championship del corriente año, en el que en la primera fecha, jugada el sábado 17 de julio, Nueva Zelanda batió como local a Los Pumas por 39-18 en el AMI Stadium de Christcurch.
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